4/7/15

IMAGINO UNA ESCUELA... (I)


A lo largo del curso recién terminado, se han ido moviendo muchos hilos entre el alumnado del C.R.A. Alborache-Macastre (Valencia).
El detonante inicial consistió en charlar un rato con todos y cada uno de los grupos de la escuela. Les vine a plantear lo siguiente:
- Hay algo que me preocupa; a ver si me podéis ayudar: Yo veo a muchas personas adultas opinando y discutiendo sobre si las escuelas necesitan cambiar, que si habría que hacerlo de esta manera, de esta otra... Pero lo que yo me pregunto es por qué nadie pide opinión a los niños, que sois los que estáis cada día dentro de las escuelas.
¿A vosotros os gusta vuestra escuela? - "Sííí" unánime.
¿Os podría gustar más aún? - "Sííí", pensativo, pero también unánime.
¿Qué se os ocurre que podríamos hacer entre todos?

... ¡Y ahí se desató la acción!

Al principio -tan habituados como estamos todos al sistema establecido-, costaba un poco, pero al menos una reivindicación generalizada emanaba por todos los poros: EL JUEGO. ¡Más presencia de juego! ¡Más aprendizaje a través del juego!
Aunque era de esperar, no dejaba de ser muy agradable descubrir que la reivindicación fuera tan sanamente generalizada desde Infantil a toda la Primaria.
Sin embargo, la siguiente demanda que surgió salpicada por todas las aulas del segundo y tercer ciclo de Primaria, supuso toda una sorpresa. Por iniciativa, tanto de niños como de niñas, se demandaba COSER. Les interesaba practicar la costura. (Volveremos a ello).

Los más pequeños querían "poner guapa su escuela". Y eso nos disponíamos a hacer. Se proyectaban murales, rayuelas y otros juegos a pintar por el patio, pero no pocos imprevistos ajenos a nuestra voluntad (entre ellos obras de reforma), lo truncaron; así que se hizo lo que se pudo con experimentos sobre papel esperando mejor suerte para más adelante.

















Además, observando en Internet imágenes del poblado africano Tiébéle y a ritmo de música de Youssou N'Dour...




La demanda del primer ciclo y de tercero de Primaria rondó en torno a la creación de juegos de mesa y el teatro con títeres.
Todavía queda mucho por jugar con todo ello. Comenzamos con el libro de Alonso Palacios "La hormiga viajera" y fue estupendo pero, afortunadamente, el viaje no ha terminado. La expedición es larga.





En cuarto se interesaron por el mundo de los inventos y siguen inventando.
En el tercer ciclo, las inquietudes se multiplicaban y ramificaban: desde hacer el aula más agradable con plantas y mascotas...



... hasta colocar carteles por la escuela "para animar a ser feliz"...












...pasando por propuestas de talleres organizados e impartidos por ellos mismos y a los que también invitaban a expertas abuelas.





Y volvemos a la costura. Ante el entusiasmo de las "Chicas Velvet" compartido por múltiples chicos y chicas de diversas edades, lancé una nueva propuesta: ¿Y si confeccionamos entre todos una bandera colectiva de la escuela? ¡Dicho y hecho! Manos a la obra.












Finalmente, un buen montaje con la valiosa implicación de madres y profesorado...



... hizo posible la bandera colectiva.

(Continúa)

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